jueves, 27 de diciembre de 2012

Principales noticias Diciembre 2012


FLOR DE MARÍA PHILIPPS CUBA ASUME COMO NUEVA SUPERINTENDENTE DE SUNASA

Reemplaza al doctor Walter Humberto Castillo Martell

Estuvo presente la Ministra de Salud, doctora Midori de Habich
El lunes 17 de diciembre, asumió el cargo de Superintendenta de SUNASA la Médico Cirujano Flor de María Philipps Cuba, quien reemplaza en el cargo al Médico Cirujano Walter Humberto Castillo Martell. La ceremonia contó con la presencia de la Ministra del Salud, doctora Midori de Habich Rospigliosi, y de todo el personal de la Superintendencia Nacional de Aseguramiento en Salud –SUNASA.

En su discurso de presentación ante el personal de SUNASA, la doctora Philipps Cuba manifestó que para ella es un honor y un reto haber aceptado el cargo con el compromiso de “construir una SUNASA fuerte, para que pueda tener una respuesta a la agenda pendiente”.  Agregó que “es difícil, complicado. Es complejo. Nadie dijo que es fácil. Para eso estamos. Para asumir los retos”.

En tanto, la Ministra de Salud, Midori de Habich indicó que “para el Ministerio de Salud, la SUNASA es un brazo fundamental. Un brazo de la aplicación de una serie de regulaciones. Una supervisión eficaz, eficiente, oportuna y con valor”.

Por su parte, el saliente Superintendente de SUNASA, doctor Walter Humberto Castillo sostuvo que “la supervisión de SUNASA es para la protección de los derechos de los usuarios. Esa fue nuestra primera misión y fue el eje de nuestra gestión”.

SUNASA es un organismo público, de carácter técnico-especializado, adscrito al Ministerio de Salud. Está facultado para regular, autorizar, registrar y supervisar el funcionamiento de las instituciones de salud, sean públicas o privadas, que ofrezcan seguros de salud o atención en salud en el marco del Aseguramiento Universal en Salud.

 

 

FORO: APURIMAC, SEGURO EN SALUD PARA TODOS Y TODAS

El miércoles 12 de diciembre, en la ciudad de Abancay, se desarrolló eI Foro “Apurímac seguro en salud para todos y todas”, organizado por la Superintendencia Nacional de Aseguramiento en Salud SUNASA y el Gobierno Regional de Apurímac, con miras a la implementación del proceso de fortalecimiento del Aseguramiento Universal en Salud –AUS 2013 y su supervisión.

En el foro participó el Presidente del Gobierno Regional de Apurímac, ingeniero Elías Segovia Ruiz; el Superintendente Adjunto de Sunasa, abogado Mario Ríos Barrientos, así como personal de la Gerencia de Desarrollo Social, la Dirección Regional de Salud, EsSalud, la UDR SIS, entre otros importantes agentes del Aseguramiento Universal en la región Apurímac.

La actividad se realizó de 3:00 p.m. a 5:30 p.m. en el Hotel  de Turistas de Abancay, ubicado en la avenida Díaz Barcenas N° 500 – Abancay, y fue transmitida vía web   http://foro.sunasa.gob.pe

Durante el foro se incluyó  talleres de diagnóstico sobre el proceso de implementación del AUS, promoción, situación sanitaria y supervisión del intercambio prestacional.  Además, la SUNASA entregó certificados a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud de Apurímac registradas ante la SUNASA.

Asimismo, los funcionarios de Sunasa se reuniron con representantes de organizaciones sociales con el fin de promover acciones regionales para la protección de los derechos de los asegurados.

SUNASA REALIZÓ EL TALLER: EXPERIENCIAS Y PERSPECTIVAS DE LAS IAFAS A TRES AÑOS DE LA LEY DE ASEGURAMIENTO UNIVERSAL
El evento fue inaugurado por el doctor Walter Humberto Castillo Martell, Superintendente de la Superintendencia Nacional de Aseguramiento en Salud –Sunasa, quien dijo que la política nacional de salud adoptada por el Estado peruano es el Aseguramiento Universal en Salud, que es un proceso orientado a lograr que toda persona que habite en el país cuente con un seguro de salud.

Indicó que en la Ley N° 29344 se encuentra la finalidad, los principios, las características y los elementos normativos centrales del Aseguramiento Universal  en Salud, destacando que mediante esta norma se creó la Superintendencia Nacional de Aseguramiento en Salud – Sunasa.

Presentes los representantes de Clínicas, EPS, EsSalud, SIS y FAP

Un primer tema que se trató durante este taller fue el de “Experiencias y perspectivas de las IAFAS”, donde participaron el economista Rubén Cabello Pardo, Jefe de la Oficina de Gestión de Riesgos de la gerencia Central de Aseguramiento –EsSalud; así como el doctor Pedro Grillo Rojas, Jefe Institucional del Seguro Integral de Salud  SIS.

También el doctor Carlos Joo Luck, representante de la Prepaga de la Clínica Javier Prado; al igual que el coronel FAP, Luis Solís Iparraguirre, Director Ejecutivo de FosFap; y un representante de la Asociación de Empresas Prestadoras de Servicios de Salud –EPS.

Este tema tuvo como moderador a Henry Maquera Colque, Intendente de la Intendencia de Supervisión de las IAFAS.
Finalmente se desarrollaron mesas de trabajo donde se abordó el “Intercambio de experiencias sobre los avances y retos del AUS desde la perspectiva de las IAFAS”.

Sunasa es un organismo público, de carácter técnico-especializado, adscrito al Ministerio de Salud. Está facultado para regular, autorizar, registrar y supervisar el funcionamiento de las instituciones de salud, sean públicas o privadas, que ofrezcan seguros de salud o atención en salud en el marco del Aseguramiento Universal en Salud. 

VIDEO SOBRE "EL ASEGURAMIENTO UNIVERSAL EN SALUD: BALANCE, COMPROMISOS Y SUPERVISIÓN"

Video sobre "El Aseguramiento Universal en Salud: Balance, Compromisos y Supervisión", organizado por la Superintendencia Nacional de Aseguramiento en Salud -Sunasa, en el marco de su segundo aniversario de creación.

Cosas de Miguel Hernández, y mías...


Oscar Álvarez


No sabes, amor, qué compañero mío, en este viaje por la vida, se ha vuelto, Miguel Hernández, tanto, figúrate, que igual que él cantó alguna vez para mí, sí para mí, sus cosas, ahora le canto yo a él tantas cosas mías que se olvidó cantar, a pesar de las ganas, que estoy seguro, tenía de contarlas en canción, en poesía, además…

Hoy es domingo otra vez, otra vez el silencio de las horas, pasando por mi ventana:

cielo gris, en tierra blanca, niños grotescos jugando con la nieve.

Muchas cosas están pasando por mi corazón, tan lejos de su pueblo...

Harto está de llorar, agua salada de los ojos, harto del sudor de la frente, la fábrica, cansado, al llegar la noche, del cielo gris, en vez de estrellado como en la puna

Harto de estos niños sebosos, colorados en suelo blanco, frío. ¿Por qué no son morenos, porqué no en la arena ardiente o en los cerros, piececitos con callos, por qué

Tantas cosas, amor, para contarte sobre mi loco corazón, cuando te conozca, cuando me conozcas, cuando te enamore, amando mi tierra ardiente, también triste…

Es que mi cuerpo, como si fuera mi corazón, hoy está cansado, pero esta noche de domingo no fue del sudor amargo, fue de baile, porque lo he soltado y como en carnaval ha bailado, hasta que el sudor de su cansancio  se me mezcló con las lágrimas, ese sudor traicionero de mi corazón, suelto, llorando, ante ese niño, que me miraba, allá lejos, ese niño, dulce, con sonrisa blanca, en rostro moreno, poncho multicolor, allá en la puna, muy lejos... tan diferente de éstos, grotescos, jugando y bailando, sobre la blanca nieve…

Y mi legua paralizada en la contorción más difícil de su baile, aquella que pegada a la tierra haría girar todo mi cuerpo, toda mi alma, a la tierra y al universo entero

Lengua, lengua, lengua, lengua que calla, ojos llorones, corazón sin ritmo.

Sin más ritmo que el de la vida loca, aquella que llegó y se apoderó de mí, con sus mil sorpresas, alegres, dulces, dolorosas, tristes, tristes, tristes.

Tristes como novelas negras, tristes, hechas solo para mí, escritas en mis venas, en mi sangre, mía, como aquella que se me derramó una sola gota, una vez, con el pueblo, en el colmo del sufrimiento.

Oh, si pudiera dejar la lengua así, más tiempo suelta, bailando, músculo bailarín,

tubo de escape, eje de mi cuerpo, y yo girando como en una noria, si yo pudiera…

Y le tengo miedo al futuro, tan simple soy, y no puedo pensar todavía en el próximo minuto y lloro, y celo, si no quepo en el presente, sino sé de dónde vine, ni dónde ponerlo en los rincones de mi pecho ¿Cómo puedo viajar al próximo segundo de mi vida? Como viajabas tú, Miguel Hernández, sin ya ruborizarte, nunca más...

Con qué tristeza miro en las montañas, en la altura, su niñez de niño pobre, de pies de callo como la tierra, pura...

Pero, por Dios, que aún me hierve en la sangre, que  aún  aprieto los puños, y golpeo al mismísimo cielo, cuando lo veo al niño en el vientre de su madre, esa de los ojos tristes de mujer pobre, en su preñez, ojos con el amor dulce en su boca…

Pero igual que siempre me emociona, y solo atino a llorar con ella y con él, ese niño hermoso en sus entrañas… Y yo con él, en el llanto del niño, del futuro de la vida gris..

Está tan loco, y tan ciego, mi corazón, es que las lágrimas son espesas, no puede ver, ni a las estrellas, ni a ti, cuando llegues, amor, tengo miedo, ni a las estrellas que están allí, ni a los niños de mi pueblo que son parte mía…

Me hace temblar la injusticia. Me hace buscarte como refugio, mujer…

Cuando no puedo mirar al mundo sin ruborizarme siento su hambre,

Cuando tiemblo tanto a sus risas a sus carcajadas, de niño bueno, horrorizado,

Y, cuando las otras lenguas hablan, esas de padres sebosos, látigos y dinero verde, platos de lentejas, yo mudo, con mi nudo en la lengua...

Nudo de impotencia como castrado del valor que tanto tengo.

Y en el fondo, un pueblo, aún mirándome, con curiosidad, un pueblo igual que mis hijos, mirándome pasar con indiferencia, casi con desprecio, casi como diciendo, este es otro más, los conocemos tan bien, ni leche ni pan, ni siquiera seco, para la mesa

Hijos sin padres, pueblos sin hijos… ¡Oh!

Por qué en vez de lágrimas no aparece fuerza en mi cerebro, balas en mi fusil, filo en mi cuchillo, para romper sus cadenas, manos y puños en mi pecho para pelear por ellos, por mi pueblo…

¿Por qué simplemente como un niño, lloro? un niño que ya perdió el tiempo de justificarse como niño, hace tiempo, hace mucho tiempo...

¿Y el niño de sonrisa blanca en rostro moreno? ¿me lo comí? me volví ese niño seboso, colorado, jugando en la nieve, blanca, detrás de mi ventana... simplemente

Es qué la paz de mi pecho ¿nunca la encontraré? Es que el amor de mi pecho nunca se lo daré a mi pueblo como a una mujer? Es que el pueblo vendrá tarde, cuando ya no lo pueda palpar ni darle calor ni una semilla para sembrar niños morenos con sonrisas blancas… cuando ya sea “feliz” como los viejos en su esclerosis igual en los barracones, las chozas, solos, que con los manjares de la mesa rica, y los ojos vacíos, huecos ¿qué más da?

Ayúdame, mujer, cuando te encuentre, ayúdame a morir viviendo, y amándote a ti con locura y a mi pueblo y como Miguel Hernández, a esta vida bella...
 

FIN

Día mundial de lucha contra la lepra


Fecha: 30 de Enero

Día Mundial de la lepra (Día de la Enfermedad del Hansen) :

El primer paso para el nacimiento del Día Mundial de la Lepra fue la visita que el periodista francés Raoul Follereau (Nevers 1903-París 1977) realizó a una leprosería en Costa de Marfil por motivos de trabajo.

Después de esta visita y tras movilizaciones y manifestaciones promovidas por Raoul Follereau en favor de los enfermos de lepra, el 31 de enero de 1954 se celebraría oficialmente el primer Día Mundial de la lepra, una jornada en la que se pretendía "una movilización universal de espíritus y corazones en favor de los leprosos", como aseguraba su promotor Raoul Follereau.

Simbólicamente este gran hombre propuso organizar el Día Mundial de la Lepra el tercer domingo de enero tras la Epifanía, cuando en el Evangelio relata la cura de los enfermos de lepra. Su objetivo principal era sensibilizar a la sociedad sobre la existencia de esta enfermedad y para ello lo más importante era alejar la imagen negativa que se tenía de los afectados.

Propuso la celebración de una jornada alegre, en la que el espectáculo y el reencuentro fueran protagonistas. Desde entonces el Día Mundial de la Lepra ha obtenido cada vez una mayor respuesta, y ha contado con una mayor implicación de la sociedad y de los medios de comunicación.

En la actualidad el último domingo del mes de enero se ha convertido en una Día especial en el que se recuerda la fuerte presencia de esta enfermedad en diferentes zonas del mundo, principalmente empobrecidas.


Los nuevos casos de lepra en el mundo cayeron más de un 40% en seis años




Mientras en 2004 los nuevos casos detectados alcanzaron los 407.791, en 2010 se redujeron a 228.474. India, Brasil, Indonesia, República Democrática del Congo y Etiopía son cinco de los países que todavía tienen áreas muy endémicas.
 
Desde 1985 más de 14 millones de personas fueron tratadas y curadas en el mundo. El acceso a la información, el diagnóstico y el tratamiento multimedicamentoso (TMM), siguen siendo elementos clave en la estrategia para eliminar la enfermedad como problema de salud pública.
 
Buenos Aires, 27 de enero de 2012 (OPS/OMS).- Los nuevos casos de lepra detectados en el mundo cayeron de 407.791 en 2004 a 228.474 en 2010, una reducción de alrededor del 44%, según información oficial suministrada por ministerios de Salud en países endémicos a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y a la Organización Mundial de la Salud (OMS).
 
La prevalencia anual de la lepra muestra una tendencia a la baja desde 2001 y parece continuar. De acuerdo con informes oficiales recibidos durante 2011 procedentes de 130 países y territorios, la prevalencia mundial de la lepra registrada a principios del año pasado se situó en 0,34 por 10.000 habitantes (192.246 casos registrados en tratamiento).
 
La lepra fue eliminada en 119 de 122 países donde la enfermedad era considerada un problema de salud pública en 1985. Pero todavía quedan áreas endémicas en algunos países como Angola, Brasil, la India, Madagascar, Mozambique, Nepal, la República Centroafricana, la República Democrática del Congo y la República Unida de Tanzania. Para que deje de ser considerada un problema de salud pública, los países deben alcanzar la meta de eliminación de menos de 1 caso por 10.000 habitantes.
Según datos de la Estrategia Global de Lucha contra la Lepra, desde 1985 y hasta inicios de 2008, más de 14 millones de personas afectadas por lepra fueron diagnosticadas y curadas. Desde 1995 la OMS proporciona medicamentos para la terapia mutimedicamentosa (TMM) de forma gratuita.
 
En 2010, los países donde se detectaron más casos fueron India (126.800), Brasil (34.894), Indonesia (17.012), Republica democrática del Congo (5.049), Etiopia (4.430), Nigeria (3.913), Bangladesh (3.848), y Nepal (3.118).
 
En la actualidad, el diagnóstico y tratamiento de la lepra es fácil y la mayoría de los países endémicos se esfuerzan por integrar los servicios de lepra a los servicios generales y de atención primaria en salud. Desde 1954, el último domingo de enero se conmemora el Día Mundial de la Lepra para generar conciencia sobre la enfermedad y reducir el estigma que padecen quienes la contraen.
 
La Estrategia Global de la OMS para aliviar la carga de enfermedad atribuible a la lepra 2011-2015 establece un creciente énfasis en la equidad, la justicia social y los derechos humanos de los afectados. Esta estrategia ha sido respaldada por los programas nacionales de Lepra, así como por miembros del Grupo Técnico Asesor (TAG) de la OMS en Lepra, por laboratorios y la industria farmacéutica, y por expertos de organizaciones internacionales no gubernamentales, y de personas afectadas por la lepra.
 
La situación en Latinoamérica
En los últimos cuatro años se ha presentado una disminución progresiva del número de casos nuevos de lepra detectados en la Región, que se redujo de 47.612 en 2006 a 37.782 en 2010; asimismo, la prevalencia bajó de 0,71 por 10.000 habitantes en 2006, a 0,38 en 2010. Fueron detectados casos en 23 de 35 países de acuerdo a datos de 2010. La mayor carga de enfermedad la tiene Brasil con 34.894 casos nuevos ese año. Todos los países de la Región han alcanzado la meta de eliminación a nivel nacional (1 caso por 10.000 habitantes), con la excepción de Brasil.
 
Los países de las Américas reforzaron su compromiso con la eliminación de la lepra en el marco de la Resolución CD49.R19 del Consejo Directivo de la OPS de octubre de 2009, en la cual se comprometieron a lograr la eliminación a primer nivel subnacional político-administrativo para el 2015, como parte de la iniciativa para el control y eliminación de las enfermedades desatendidas y otras infecciosas relacionadas con la pobreza.
 
Cada año en la Argentina se detectan alrededor de 300 nuevos casos de lepra. El 87 por ciento de los casos de personas que padecen esta enfermedad se concentra en las provincias de Buenos Aires, Chaco, Corrientes, Formosa, Misiones, Santa Fe y Tucumán. El país informó que para el 2010, unos 600 casos de lepra estaban bajo tratamiento en todo su territorio, cuando una década atrás tenía alrededor de mil por año. Los pacientes son incorporados a planes de tratamientos que cubre el Ministerio de Salud de la Nación.
 
El año pasado, una delegación de expertos de la OPS/OMS y funcionarios del Ministerio de Salud de la Nación realizaron una misión técnica en provincias del NEA con el propósito de monitorear y evaluar la situación de la lepra, y avanzar en la eliminación de esta enfermedad. Para el período 2011-2013 los países priorizados por la OPS/OMS son Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Haití, Panamá, República Dominicana y Venezuela.
 
Una enfermedad curable
 
La lepra es una enfermedad infecciosa crónica causada por Mycobacterium leprae, un bacilo acidorresistente. Además de algunas otras partes del cuerpo, la enfermedad afecta principalmente la piel, los nervios periféricos, la mucosa de las vías respiratorias altas y los ojos.
 
La lepra es una enfermedad curable. Si se trata en las primeras fases, no producirá discapacidades. Progresa lentamente con un período de incubación promedio de 3 años. Puede atacar a cualquier edad y a ambos sexos y es curable. El tratamiento con medicamentos mata las bacterias y detiene la diseminación de la enfermedad.
 
Las manchas de lepra pueden ser blanquecinas, rojizas o cobrizas; pueden ser aplanadas o elevadas; no pican; usualmente no duelen; pierden la sensación de calor, tacto o dolor; pueden aparecer en cualquier parte de la piel. Otros signos de la lepra incluyen: nódulos enrojecidos o del color de la piel, o un espesamiento suave, brillante y difuso de la piel sin pérdida de la sensibilidad.
 
Breve historia de la enfermedad y su tratamiento
 
La lepra ya era conocida por las antiguas civilizaciones de China, Egipto y la India. La primera referencia escrita a la lepra se remonta aproximadamente al año 600 a.C. A lo largo de la historia, los afectados por la enfermedad se han visto condenados al ostracismo por sus comunidades y familias.
 
En el pasado el tratamiento de la lepra era distinto. El primer avance importante se realizó en los años cuarenta con el desarrollo de la dapsona, medicamento que detuvo la enfermedad. No obstante, la larga duración del tratamiento, de años o incluso durante toda la vida, dificultaba su cumplimiento. En los años sesenta, M. leprae empezó a desarrollar resistencia a la dapsona, el único fármaco contra la lepra conocido por entonces. A principios de los años sesenta se descubrieron la rifampicina y la clofazimina, los otros dos componentes del TMM.
 
En 1981, un grupo de estudio de la OMS recomendó el TMM con dapsona, rifampicina y clofazimina, que elimina el patógeno y logra la curación del paciente.
 
Desde 1995, la OMS proporciona TMM gratuitamente a todos los pacientes del mundo, inicialmente a través del fondo para medicamentos de la Fundación Nippon, y desde 2000 mediante las donaciones de TMM que hacen Novartis y la Fundación Novartis para el Desarrollo Sostenible.
 
La OPS fue establecida en 1902 y es la organización de salud pública más antigua del mundo. Es la Oficina Regional para las Américas de la Organización Mundial de la Salud y trabaja con los países para mejorar la salud y elevar la calidad de vida de sus habitantes.

Más información:

Lepra (OMS)
www.who.int/lep/en/
Guía para la Eliminación de la Lepra como problema de Salud Pública
www.who.int/lep/resources/Guide_S.pdf
Global leprosy situation, 2011 Weekly epidemiological record
www.who.int/wer/2011/wer8636.pdf
Global leprosy situation, 2010 Weekly epidemiological record
www.who.int/wer/2010/wer8535.pdf
Mapa tasas de prevalencia de la lepra 2011
www.who.int/lep/situation/Leprosy_PR_2010.pdf
Resolución CD49.R19 del Consejo Directivo de la OPS

Revisión histórica del control de la Lepra en el Perú

Zuño Burstein A1

1 Profesor emérito de la UNMSM (Dermatología y Medicina Tropical). Académico de Número, Academia Nacional de Medicina. Asesor del Ex-Programa Nacional de Control de la Lepra, MINSA.


RESUMEN

Se hace una sumaria revisión cronológica de los hechos más destacados en la historia y el control de la lepra en el Perú, hasta llegar a la situación actual, señalándose las bases doctrinarias y las perspectivas futuras del Programa Nacional de Control de la Lepra, con el propósito de lograr la eliminación de esta enfermeclad en el país como problema de salud pública. Finalmente, se brinda información de la situación epidemiológica de esta endemia al año 2000.

Palabras clave: Lepra / historia; Lepra / epidemiología; Lepra / prevención & control; Perú (fuente: BIREME).

ABSTRACT

A summary chronological overhaul becomes of the most outstanding facts in the history and the control of the leprosy in Peru, until arriving at the present situation, being indicated to the doctrinarias bases and the future perspective of the National Program of Control of the Leprosy, in order to obtain the elimination of this disease in the country like problem of public health. Finally, epidemiologist of this offers information of the situation enclemia to year 2000.
Key words: Leprosy / history; Leprosy / epidemiology; Leprosy / prevention & control; Peru (source: BIREME).

INTRODUCCIÓN

La lepra en América no existía antes de la llegada de los conquistadores europeos. Los españoles trajeron esta enfermedad a América Central, América del Sur y, en Norteamérica, a México y parte de los Estados Unidos. El primer lazareto se fundó en 1520 en Santo Domingo y, posteriormente, se establecieron en toda la América colonial. En Brasil, los portugueses introdujeron la enfermedad desde 1496; los grandes contingentes de esclavos africanos fueron un factor muy importante en la América portuguesa, Caribe y América Central. En Norteamérica, además de los focos traídos por los españoles, se sumaron los procedentes de Francia, Noruega y China, principalmente.

HISTORIA DE LA LEPRA EN EL PERÚ

La historia de la lepra en el Perú ha sido exhaustivamente estudiada por el Dr. Hugo Pesce y publicada en su tesis de doctorado el año 1961, con el nombre de "La epidemiología de la lepra en el Perú"1. En este monumental trabajo, que debe servir de valiosa fuente informativa para todo médico y sanitario peruano, se afirma que la lepra en nuestro país se desarrolló de manera independiente en las tres grandes regiones del país (costa, sierra y amazonía). En la costa tiene una historia remota y pobre, en la amazonía una historia reciente y explosiva, y en la sierra un curso escaso y asolapado.
La lepra fue importada a la costa peruana por los colonizadores procedentes de España, país que era asiento de una apreciable endemia, con unos 3000 leprosos y decenas de leprocomios. Por ello, 28 años después de fundada Lima, se hizo necesario un leprocomio y es así que, en 1563, se fundó el Hospital de San Lázaro, en el barrio de Pescadores, en la margen derecha del río Rímac, en donde se brindó asistencia a los leprosos durante la época colonial.
Según Pesce, la lepra en nuestra amazonía apareció manifiestamente en el presente siglo. Respecto a su procedencia, la tesis más antigua refiere su origen en Brasil, en tanto otra tesis postula su origen ecuatoriano. La investigación de Ponce de León tuvo el mérito de demostrar que la infección leprosa de algunos sectores de la selva alta se procesaron anteriormente a la de la selva baja y que ella ha tenido, muy probablemente, origen ecuatoriano no muy remoto y de muy escaso volumen. Aunque Pesce dice que "no es dable comparar la peligrosidad de la fuente pequeñísima de la selva alta con la fuente brasileña, que debía asumir el carácter de marejada, dada la "vis a tergo" que la impelía y, dada la circunstancia propicia de la migración masiva de 15 a 20 mil peruanos y algunos cientos de brasileños con motivo del auge del caucho, que duró nada menos que 20 años.
La selva baja sucumbió rápidamente a partir de 1910, cuando se hizo patente el impacto de los focos brasileros masivos, probablemente explicado por las diferentes condiciones ambientales y a que el habitante de la selva alta estaba expuesto en mucha menor medida a la desnutrición, la hipoproteinemia, las helmintiasis intestinales agresivas, con el estado anémico derivado y la consiguiente baja del nivel de la inmunidad fisiológica general.
De 1901 a 1905 se comenzaron a relatar casos de lepra en ciertos lugares de la amazonía y, el 17 de marzo de 1905, se emitió una Resolución Suprema autorizando la construcción de un lazareto en Iquitos para los leprosos del departamento de Loreto; la Prefectura mandó construir, entre 1906 y 1907, un Asilo de Emergencias para leprosos en la Isla Padre, frente a la ciudad de Iquitos. A fines de 1917 se habilitó en Iquitos el segundo lazareto y por ley N° 5020, del 28 de enero de 1925, se dispuso la creación de una leprosería en San Pablo, en el río Amazonas, hacia la frontera con Brasil, asilo que comenzó a funcionar el 15 de mayo de 1926. En 1940, el gobierno creó la Supervisión de Sanidad de Loreto y San Martín que, prontamente, se elevó a la condición de Supervisión del Nor-Oriente, a cargo de Maxime Kuczinsky, quien, después de fundar el año 1941 un Dispensario Antileproso en Iquitos, reconstruyó el Asilo de San Pablo, como colonia agrícola, obteniendo un notable avance en lo que concierne a la exploración de varios ríos, especialmente el Ucayali, realizando valiosas encuestas leprológicas. En 1944, con la creación del Servicio Nacional Antileproso, se constituyó, a los pocos meses, el Servicio Antileproso del Nor-Oriente, asumiendo las funciones de supervisión en la zona.
Hugo Pesce afirmó que el foco de lepra infantil de Loreto era uno de los más severos del mundo. Todos los datos recogidos sobre las formas clínicas de lepra infantil en esa zona revelaron un proceso caracterizado por la ausencia de signos apreciables de defensa por parte de la población, lo que equivalía decir que se trataba de una endemia bastante reciente, severa y con caracteres de desarrollo. Pesce refirió que los primeros casos de lepra entre los selváticos genuinos observados en Sur-América fueron reportados por Maxime Kuczinsky (tribus Cambo y Cocama) y por él (tribu Piro); los sucesivos casos fueron objeto de estudio en 1953 por H. Pesce y R. Montoya. Todos los casos fueron formas sumamente malignas, lo que indica el gravísimo y perdurable peligro al que estaría expuesta toda la población del Nor-oriente si penetrase la lepra en el seno de las tribus selvícolas, cuyo número de componentes ha sido estimado en 141 mil habitantes, alejados de toda posibilidad de control sanitario.

HISTORIA DEL CONTROL DE LA LEPRA EN EL PERÚ

Hugo Pesce, en Andahuaylas, detectó los primeros casos de lepra andina y creó, en 1937, el Servicio Antileproso de Apurímac. Asimismo, el 1 de enero de 1944 creó la Campaña Nacional Antileprosa, como organismo sanitario encargado oficialmente de la lucha antileprosa a nivel nacional, naciendo así, en torno a este maestro, la escuela leprológica peruana, constituyéndose el mismo año el Servicio Antileproso del Nor-oriente.
El rasgo estructural de la campaña antileprosa que en 1954 pasó a denominarse Servicio Nacional Antileproso, estaba dado por ser un organismo unitario, con una jefatura y diversos servicios periféricos. La jefatura, denominada Departamento de Lepra, tenía funciones directivas, normativas y de control, con secciones especializadas. Los servicios periféricos tenían a su cargo la ejecución de la campaña antileprosa en el territorio de su jurisdicción; así, en cada región leprógena se construyeron unidades funcionales, denominadas Servicios Antileprosos Regionales, con su propia organización.
Esta organización, metódicamente planeada y puesta en marcha, permitió, en un corto plazo, realizar un diagnóstico de la realidad leprológica peruana y obtener un beneficio efectivo para los pacientes y el país. Desgraciadamente, el 14 de enero de 1963, el Departamento de Lepra, transformado previamente en División de Lepra, fue disuelto por el gobierno de aquel entonces, desarticulándose la estructura tan meticulosamente montada, pasando sus diferentes elementos constitutivos a otros organismos y desde 1965 los niveles periféricos fueron integrados a otros servicios de salud de cada zona del país.
La desarticulada y deteriorada actividad de las acciones de salud relacionadas con la enfermedad de Hansen en los diferentes niveles de responsabilidad, tanto técnico-normativas centrales, como ejecutivas periféricas de base, así como en investigación, capacitación de personal y otros, sensibilizó al Ministro Teniente General FAP, M. Campodónico, que ocupaba en 1977 la cartera de Salud Pública, para disponer la actualización del Programa de Control de la Enfermedad de Hansen, considerando que el diagnóstico, tratamiento y la investigación en dermatoleprología era una responsabilidad multiinstitucional de trascendencia nacional, acogiendo las recomenclaciones del Seminario Regional de Hanseniasis, realizado en setiembre de 1971 en la ciudad de Pucallpa. Desgraciadamente, cambios sucesivos de autoridades y otros factores imponderables postergaron largamente la ejecución de las medidas dispuestas.
Entretanto, el esfuerzo unipersonal y pionero del Dr. Víctor Noria, a cargo de la Unidad de Lepra, organismo técnico-normativo del nivel central del Ministerio de Salud, era el único que mantenía bajo absoluta responsabilidad la conducción de un programa en base a los proyectos, ideas propias y a su gran experiencia como epidemiólogo y leprólogo clínico, así como a su indesmayable mística.
Zuño Burstein, en 1980, publicó un trabajo sobre la “Quiebra del Programa de Control de la Lepra en el Perú por la descentralización e integración a los programas generales de salud”2, haciendo un detallado análisis de la organización sanitaria del control de la lepra, concluyendo en el Perú, pormenorizando su evolución, su estado actual que existía un serio quebrantamiento de las acciones sanitarias de control de esta afección provocado, en gran medida, por una inadecuada, inoportuna y prematura política de descentralización e integración a los programas generales de salud, no adecuados a la realidad nacional. Además señaló, que era indispensable poner en vigencia un bien articulado Programa de Control de la Enfermedad de Hansen, adecuadamente financiado, ya que es un problema sanitario de particular gravedad en zonas endémicas, con repercusión nacional.
En 1963, con la desaparición del Servicio Nacional Antileproso y su Departamento de Lepra, el diagnóstico especializado de laboratorio, la preparación de lepromina, la realización de investigaciones especiales y la capacitación del personal profesional y técnico quedó, teóricamente, en manos del Departamento de Lepra y Micología Médica, ubicado en la estructura organizativa de los Institutos Nacionales de Salud, organismo descentralizado del Ministerio de Salud. Este Departamento derivaba del Laboratorio Central de Lepra, parte constitutiva de la Sección de Leprología del fenecido Departamento de Lepra, organismo de comando del Servicio Nacional Antileproso, ubicado a nivel del organismo central del Ministerio de Salud. Al desaparecer el Servicio Nacional y su Departamento de Lepra, el Laboratorio fue incorporado al Instituto de Salud Pública, conservando teóricamente su función y estructura establecidos desde 1944. Sobre la base de esta estructura, el Ministerio de Salud tiene vigente, desde 1975, un convenio -ratificado sucesivamente- con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a través de su Instituto de Medicina Tropical "Daniel A. Carrión", para realizar una labor conjunta de investigación, servicio a la comunidad y capacitación de personal, en relación con la Hanseniasis y otras afecciones, que son objeto de la dermatología sanitaria.
Burstein, en una comunicación publicada en 1972, con el título “Nuestro aporte al diagnóstico de la Lepra en el Perú”3 refirió que de 2366 biopsias enviadas desde el año 1944 a 1971 para diagnóstico de lepra, al Departamento de Lepra y Micología Médica del Instituto Nacional de Salud a su cargo, 1119 (47.3%) correspondieron a lepra lepromatosa, 619 (26.2%) a lepra indiferenciada, 233 (9.4%) a lepra tuberculoide y 18 (0.8%) a lepra dimórfica. Valiéndose de las biopsias seriadas a través del tiempo, se estudiaron los virajes histopatológicos de estos pacientes y se estableció la concordancia entre el diagnóstico clínico y la verificación histopatológica. No se han hecho estudios ulteriores similares a éste.
En 1980, el Dr. Samsaricq, Jefe del Programa de Lepra de la Organización Mundial de la Salud (OMS), visitó el Perú, recomendando la conformación de una comisión permanente que se ocupe del Programa de Control de Hanseniasis, promoviendo, evaluando y recomendando nuevas acciones, además de la creación de un comité científico nacional para promover y evaluar las investigaciones sobre la enfermedad.
Hasta 1985, la Dirección de Epidemiología, consideró dentro de su estructura programática el Control de la Tuberculosis y Lepra en forma integrada en la Dirección Técnica de Coordinación de Programas Especiales, a pesar de que la OMS consideraba el control de estas enfermedades en forma independiente. Por ello, en 1987, se expide el D.S. N° 017-87-SA que aprobó únicamente el Programa. de Control de la Tuberculosis, desvinculándose, en consecuencia, del de Lepra.
En enero de 1988, se resolvió aprobar el Programa Nacional de Control de la Hanseniasis como integrante de los Programas Especiales de Salud, a cargo de una Dirección General, designándose al Dr. Augusto Reátegui como Director General del Programa Nacional de Control de la Hanseniasis4. El Decreto Supremo N° 003-88SA (de fecha 22 de enero de 1988), estableció que "el Perú, como país miembro de la Organización Mundial de la Salud, ha adoptado el compromiso de la 40ava Asamblea Mundial de la Salud, del 15 de mayo de 1987, para organizar programas activos hacia la eliminación de la lepra, como parte de su objetivo de salud para todos en el año 2000".
En octubre de 1988, se aprobaron las Normas y Procedimientos para el Control de la Hanseniasis en el Perú, de aplicación obligatoria en todo el territorio nacional en sus componentes técnico, administrativo, educativo, social y de investigación; y, en 1992, se aprobó el documento normativo, denominado "Doctrinas, Normas y Procedimientos para el Control y Eliminación de la Lepra en el Perú".
En el Perú existe actualmente, a nivel del Ministerio de Salud, una estructura técnico administrativa denominada Dirección del Programa Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles, en las que se incluye el Programa de Control de Tuberculosis y Lepra, y que cuenta con la colaboración comprometida eventual de un Comité Asesor, en el que se encuentran médicos tropicalistas, leprólogos y dermatólogos.

POLÍTICA ACTUAL DEL PROGRAMA DE CONTROL DE LA LEPRA Y PERSPECTIVAS PARA EL AÑO 2000

El marco doctrinario adoptado por el Programa Nacional de Control de la Lepra en el Perú5 se basa en el principio de que "las enfermedades transmisibles, entre ellas la lepra, están ligadas a factores culturales, sociales, y económicos de compleja solución" y que "los programas de control son de alcance nacional, permanentes y continuos, usan tecnologías apropiadas, realimentan y hacen más eficiente su operación mediante el monitoreo y evaluación y en su versión actual han adoptado la estrategia de incorporar e integrar sus actividades a la atención general de salud, desapareciendo, por lo tanto, por ineficientes, los programas verticales con ejecución especializada de sus actividades al margen de los servicios de salud".
Con este marco doctrinario el programa actual considera que "la lucha por el control de la lepra se inscribe y articula en el reconocimiento de la dignidad de las personas, sus derechos universales y la búsqueda de la liberación de sus capacidades para alcanzar la realización plena", concluyendo que esta nueva doctrina se basa en una concepción moderna que "tiene un sustento bioético en el desarrollo de los principios de equidad, subsidiaridad, universalidad, solidaridad y autonomía; ellos desarrollados a través de una interacción en el campo médico, educativo y social". El programa se sustenta doctrinariamente en que la lepra en el Perú es factible de ser controlada y eliminada mediante determinados ejes de gestión.
La OMS define que la lepra ha sido eliminada como problema de salud pública cuando la tasa de prevalencia es menos de un caso por cada 10000 habitantes; sin embargo, esta situación no ocurre en determinadas regiones identificadas y estratificadas del país. Por ello, para lograr el control y eliminación de esta enfermedad es necesario fortalecer el desarrollo de una serie de actividades, basados en la difusión de los siguientes principios: la lepra se cura, el paciente se trata en su domicilio y no requiere aislamiento, ni reclusión en leprosorios, la lepra diagnosticada precozmente no produce necesariamente deformidades o incapacidades, luego de iniciada la poliquimioterapia (PQT) el enfermo de lepra no contagia y, si el enfermo no recibe tratamiento, sufre deformaciones de las manos y pies que permanecen como secuela para toda la vida a pesar del tratamiento posterior.

EPIDEMIOLOGÍA DE LA LEPRA EN EL PERÚ

El comportamiento epidemiológico de la lepra en el Perú se circunscribe a las zonas endémicas, donde viven aproximadamente 3’218,109 personas, de ellos 1’255,062 son menores de 15 años. Según las tasas de prevalencia de lepra correspondientes al año 2000 y teniendo en cuenta las publicaciones de la OMS, podemos concluir que la lepra en el Perú constituye un problema de salud pública, fundamentalmente en el departamento de Ucayali, lugar con una prevalencia de la enfermedad que supera la tasa de 1 x 10000 habitantes. Esta información nos permite priorizar las actividades del control de la enfermeclad, buscando el compromiso de las autoridades locales y comunidad en general para desarrollar acciones coordinadas que permitan diagnosticar y tratar precozmente todos los nuevos casos de lepra, logrando prevenir las discapacidades y disminuir efectivamente el impacto social de esta enfermedad (Tablas 1 y 2 y Figura 1).

 


Figura 1. Tasa de prevalencia x 10 000
habitantes en el Perú, 1990-2000

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Pesce H. La epidemiología de la lepra en el Perú. (Tesis de Doctorado). Lima: UNMSM, Facultad de Medicina; 1961.

2. Burstein Z. Quiebra del Programa de Control de la Lepra en el Perú por la descentralización e integración a los programas generales de salud. Arch Arg Dermatol 1980; 30: 173-80.

3. Burstein Z. Nuestro aporte al diagnóstico de la lepra en el Perú. En: Actas del I Congreso Argentino de Dermatología. Buenos Aires, Argentina; 1972.

4. Ministerio de Salud. Manual de normas y procedimientos del Programa Nacional de Control de la Hanseniasis. Lima: MINSA; 1988.

5. Ministerio de Salud. Situación de la lepra en el Perú, año 2000. Programa Nacional de Control de Enfermedades Transmisibles: Control de Lepra. Lima: MINSA; 2000.


* Parte del trabajo presentado por el Dr. Zuño Burstein en la ceremonia de su incorporación como Académico de Número a la Academia Nacional de Medicina. Lima-Perú, 2001.
 

Correspondencia: Zuño Burstein Alva. 
Dirección: Apartado Postal 110318. 
Lima 11 - Perú. 
E-mail:
zburstein_2000@yahoo.com


FUENTE
 
BURSTEIN A, Zuño. Revisión Histórica del control de la Lepra en el Perú. Rev. perú. med. exp. salud publica. [online]. ene./jun. 2001, vol.18, no.1-2 [citado 26 Diciembre 2012], p.40-44. Disponible en la World Wide Web: <http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1726-46342001000100010&lng=es&nrm=iso>. ISSN 1726-4634.

Aprendamos con Bareto los síntomas claves para reconocer el Dengue

¿QUÉ ES EL DENGUE?Es una enfermedad infecciosa causada por un virus que es transmitido por la picadura del zancudo Aedes aegypti, que es muy común en zonas calurosas y tropicales; como en la costa norte y la selva.
Dengue Linea
¿UN ENFERMO CON DENGUE PUEDE MORIR? Sí, el dengue es una enfermedad mortal, de no recibir la atención inmediata en un establecimiento de salud, Por lo que es IMPORTANTE que ante los primeros síntomas ACUDA en Busca de Atención. NO AUTOMEDICARSE.
 

Para más información siga el siguiente enlace:

Sistema de registro de nacimientos en línea

El “Sistema de Información de Nacimientos” es un sistema web, producto de un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de Salud y el Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (RENIEC), que permite que en los establecimientos de salud donde se atienden partos, el recién nacido se registre en la misma sala de partos, generando así el Certificado de Nacido Vivo.Este nuevo sistema asegura menos errores en la emisión del Certificado:
  • Reduce la probabilidad de falsificar y/o duplicar identidades
  • Reduce el margen de error en comparación con el registro de datos a mano
El Registro del Recién Nacido Vivo facilita la pronta identificación ya que cada persona tiene un código único, el cual está vinculado directamente con el Documento Nacional de Identidad (DNI).
  • El Certificado de Nacido Vivo, producto del registro, es requisito básico para el Acta de Nacimiento y la inscripción del menor en los Registros Civiles.
  • Posteriormente, le permite la obtención del DNI en las oficinas registrales de RENIEC.
El DNI le permite el acceso oportuno a los servicios de salud y a los programas sociales que el Estado le ofrece.



Terapias biológicas: El uso del sistema inmune para tratar el cáncer


Terapias biológicas: El uso del sistema inmune para tratar el cáncer




La terapia biológica (a veces llamada inmunoterapia, bioterapia o terapia modificadora de la respuesta biológica) es una adición relativamente nueva a la familia de tratamientos para el cáncer que incluye también la cirugía, la quimioterapia y la radioterapia. Las terapias biológicas usan el sistema inmune del cuerpo, ya sea directa o indirectamente, para combatir el cáncer o para disminuir los efectos secundarios que pueden ser causados por algunos tratamientos del mismo cáncer.

El sistema inmune es una red compleja de células y de órganos que trabajan juntos para defender el cuerpo contra ataques de invasores "extraños" o desconocidos que el cuerpo no reconoce como parte de sí mismo. Esta red es una de las principales defensas del cuerpo contra las enfermedades; trabaja contra la enfermedad, incluyendo el cáncer, en formas diversas. Por ejemplo, el sistema inmune puede reconocer la diferencia entre células sanas y células cancerosas en el cuerpo y puede trabajar para eliminar las que se convierten en cancerosas.

El cáncer se puede desarrollar cuando el sistema inmune deja de funcionar o cuando no funciona adecuadamente. Las terapias biológicas están diseñadas para reparar, estimular o mejorar las respuestas del sistema inmune.

Las células del sistema inmune son las siguientes:

Los linfocitos son un tipo de células blancas, leucocitos, que se encuentran en la sangre y en muchas otras partes del cuerpo. Las células B, las células T y las células asesinas naturales son tipos de linfocitos.

  • Las células B (linfocitos B) maduran hasta convertirse en células plasmáticas que segregan anticuerpos (inmunoglobulinas); es decir, las proteínas que reconocen y se adhieren a las sustancias extrañas conocidas como antígenos. Cada tipo de célula B hace un anticuerpo específico, el cual reconoce un antígeno específico.
  • Las células T (linfocitos T) atacan directamente las células infectadas, extrañas o cancerosas. Las células T también regulan la respuesta inmune al hacer señales a otros defensores del mismo sistema. Las células T trabajan principalmente en la producción de proteínas llamadas linfocinas.

Las células asesinas naturales (células NK) producen sustancias químicas poderosas que se adhieren a cualquier invasor extraño y lo matan. Estas células matan sin tener que reconocer primero un antígeno específico.

Los monocitos son células blancas de la sangre, leucocitos, que pueden tragar y digerir partículas y organismos microscópicos en un proceso conocido como fagocitosis. Los monocitos pueden también viajar dentro del tejido y hacerse macrófagos, o sea "grandes devoradores."

Las células en el sistema inmune secretan dos tipos de proteínas: anticuerpos y citocinas. Los anticuerpos responden a los antígenos al enlazarse o adherirse a ellos. Anticuerpos específicos corresponden a antígenos específicos, encajando unos con otros de la misma forma como una llave encaja en una cerradura. Las citocinas son sustancias producidas por algunas células del sistema inmune para comunicarse con otras células. Las linfocinas, los interferones, las interleucinas y los factores estimulantes de colonias son tipos de citocinas. Las citocinas citotóxicas son liberadas por un tipo de célula T llamada célula T citotóxica. Estas citocinas atacan directamente las células cancerosas.

Agentes inmunomoduladores no específicos


Los agentes inmunomoduladores no específicos son sustancias que estimulan o aumentan indirectamente el sistema inmune. Con frecuencia, estos agentes se enfocan en células claves del sistema inmune y causan respuestas secundarias tales como una mayor producción de citocinas y de inmunoglobulinas. Dos agentes inmunomoduladores no específicos que se usan en el tratamiento del cáncer son el bacilo de Calmette-Guerin (BCG) y el levamisol.

El BCG, el cual se ha usado ampliamente como vacuna para la tuberculosis, se usa en el tratamiento del cáncer superficial de la vejiga después de la cirugía. El BCG puede funcionar al estimular una respuesta inflamatoria y posiblemente una respuesta inmune. Se introduce gradualmente en la vejiga una solución de BCG y se deja allí cerca de dos horas después de lo cual se permite al paciente que vacíe la vejiga al orinar. Este tratamiento se realiza generalmente una vez a la semana por seis semanas.

El levamisol se usa junto con quimioterapia de fluorouracilo (5-FU) en el tratamiento de cáncer de colon en estadio o etapa III (C de Dukes) después de la cirugía. Es posible que el levamisol actúe para restaurar la función inmune deprimida.

Modificadores de la respuesta biológica


Algunos anticuerpos, citocinas y otras sustancias del sistema inmune pueden ser producidos en el laboratorio para usarse en el tratamiento del cáncer. Estas sustancias se llaman con frecuencia modificadores de la respuesta biológica (BRM). Ellos alteran la acción mutua entre las defensas inmunes del cuerpo y las células cancerosas para reforzar, dirigir o restaurar la habilidad del cuerpo para combatir la enfermedad. Los modificadores de la respuesta biológica son los interferones (IF), las interleucinas (IL), los factores estimulantes de colonias (CSF), los anticuerpos monoclonales (MOAB) y las vacunas (vaccines).

Los investigadores siguen descubriendo nuevos modificadores de la respuesta biológica, saben más sobre su funcionamiento y desarrollan formas para usarlos en la terapia del cáncer. Las terapias biológicas pueden ser usadas para:

1. Detener, controlar o suprimir los procesos que permiten que crezca el
cáncer;

2. Hacer que las células cancerosas se puedan reconocer con más facilidad y,
por lo tanto, que el sistema inmune las destruya con más facilidad;

3. Reforzar el poder destructor de las células del sistema inmune, como las
células T, las células asesinas naturales y los macrófagos;

4. Alterar el patrón de crecimiento de las células cancerosas para fomentar que se comporten como células sanas;

5.  Bloquear o revertir el proceso que hace que una célula normal o célula
precancerosa se convierta en célula cancerosa;

6. Mejorar la habilidad del cuerpo para reparar o reemplazar las células
normales dañadas o destruidas por otras formas de tratamiento del cáncer, como la quimioterapia o la radiación; e

7. Impedir a las células cancerosas que se diseminen a otras partes del
cuerpo.

Algunos modificadores de la respuesta biológica son parte estándar del tratamiento de ciertos tipos de cáncer, mientras que otros están siendo estudiados en estudios clínicos (estudios de investigación con pacientes). Los modificadores de la respuesta biológica se usan solos o en combinación unos con otros; también se están usando con otros tratamientos, como la radioterapia y la quimioterapia.

Interferones


Los interferones son tipos de citocinas que ocurren en forma natural en el cuerpo. Ellos fueron las primeras citocinas producidas en el laboratorio para usarse como modificadores de la respuesta biológica. Hay tres tipos principales de interferones: el interferón alfa, el interferón beta y el interferón gama; el interferón alfa es el tipo más ampliamente usado en el tratamiento del cáncer.

Los investigadores han descubierto que los interferones pueden mejorar la forma como actúa el sistema inmune de un paciente con cáncer contra las células cancerosas. Además, los interferones pueden actuar directamente sobre las células cancerosas al hacer más lento su crecimiento o al facilitar que las células se desarrollen con un comportamiento más normal.

Los investigadores piensan que algunos interferones pueden también estimular las células asesinas naturales, las células T y los macrófagos al reforzar la función anticancerosa del sistema inmune.

La Food and Drug Administration (FDA) ha aprobado el uso del interferón alfa para el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, incluyendo la leucemia de células pilosas (hairy cell leukemia), el melanoma, la leucemia mieloide crónica y el sarcoma de Kaposi relacionado con el SIDA. Estudios han demostrado que el interferón alfa puede también ser efectivo en el tratamiento de otros cánceres como el cáncer de riñón metastásico y el linfoma no Hodgkin. Los investigadores están explorando combinaciones de interferón alfa y otros modificadores de la respuesta biológica o quimioterapia en estudios clínicos para tratar varios cánceres.

Interleucinas


Como los interferones, las interleucinas son citocinas que ocurren naturalmente en el cuerpo y se pueden hacer en el laboratorio. Se han identificado muchas interleucinas; la interleucina-2 (IL-2 o aldesleucina) ha sido la que se ha estudiado con mayor amplitud en el tratamiento del cáncer. La IL-2 estimula el crecimiento y la actividad de muchas células inmunes, como los linfocitos, que pueden destruir células cancerosas. La FDA ha aprobado la IL-2 para el tratamiento de cáncer de riñón metastático y de melanoma metastático.

Los investigadores siguen estudiando los beneficios de las interleucinas para tratar otros cánceres diversos, como el cáncer colorrectal, el de ovarios, de pulmón, de cerebro, de seno, de próstata, algunas leucemias y algunos linfomas.

Factores estimulantes de colonias

Los factores estimulantes de colonias (CSF) (llamados algunas veces factores de crecimiento hematopoyético) en general no afectan directamente las células del tumor; más bien, estimulan las células madre de la médula ósea para que se dividan y se conviertan en leucocitos, plaquetas y glóbulos rojos. La médula ósea es crítica para el sistema inmune del cuerpo porque es la fuente de donde se originan todas las células de la sangre.

La estimulación del sistema inmune con los factores estimulantes de colonias (CSF) puede beneficiar a los pacientes que están recibiendo tratamiento del cáncer. Ya que los fármacos anticancerosos pueden dañar la capacidad del cuerpo de producir células blancas de la sangre (leucocitos), glóbulos rojos y plaquetas, los pacientes que reciben fármacos anticancerosos tienen un riesgo mayor de desarrollar infecciones, de tener anemia y de sangrar con más facilidad. Al usar factores estimulantes de colonias para estimular la producción de células de la sangre, los médicos pueden aumentar las dosis de los fármacos anticancerosos sin aumentar el riesgo de infección o la necesidad de transfusión de productos de sangre. Como resultado, los investigadores han encontrado que los factores estimulantes de colonias son especialmente útiles cuando se combinan con quimioterapia de dosis elevada.

Algunos ejemplos de factores estimulantes de colonias y de su uso son los siguientes:

1. El CSF-G (filgrastim) y el CSF-GM (sargramostim) pueden aumentar el número
de leucocitos (células blancas) reduciendo así el riesgo de infección en los pacientes que reciben quimioterapia. El CSF-G y el CSF-GM pueden también estimular la producción de células madre como preparación para transplantes de médula ósea o de células madre;

2. La eritropoyetina puede aumentar el número de glóbulos rojos y reducir la
necesidad de transfusiones de estos glóbulos en pacientes que reciben quimioterapia; y

3. El oprelvekin puede reducir la necesidad de transfusiones de plaquetas en
pacientes que reciben quimioterapia.

Los investigadores están estudiando los factores estimulantes de colonias en estudios clínicos para tratar algunos tipos de leucemia, el cáncer colorrectal metastático, el melanoma, el cáncer de pulmón y otros tipos de cáncer.

Anticuerpos monoclonales


Los investigadores están evaluando la efectividad de ciertos anticuerpos producidos en el laboratorio llamados anticuerpos monoclonales (MOAbs ó MoABs). Estos anticuerpos son producidos por un solo tipo de células y son específicos para un antígeno en particular. Los investigadores están examinando formas de crear anticuerpos monoclonales específicos para los antígenos que se encuentran en la superficie de las células cancerosas en tratamiento.

Los anticuerpos monoclonales se obtienen al inyectar células cancerosas humanas en ratones para que sus sistemas inmunes produzcan anticuerpos contra estas células cancerosas. Las células de ratón que producen los anticuerpos se recogen y se unen con células que han crecido en laboratorio para crear células "híbridas" llamadas hibridomas. Las hibridomas pueden producir indefinidamente grandes cantidades de estos anticuerpos puros o MOABs.

Los anticuerpos monoclonales pueden usarse para el tratamiento del cáncer en diversas formas:

1. Los anticuerpos monoclonales que reaccionan con tipos específicos de cáncer
pueden mejorar la respuesta inmune del paciente al cáncer.

2. Los anticuerpos monoclonales pueden programarse para que actúen contra los
factores de crecimiento de las células y así se interpongan en el crecimiento de las células cancerosas.

3. Los anticuerpos monoclonales pueden estar enlazados a fármacos
anticancerosos, a radioisótopos (sustancias radiactivas), a otros modificadores de la respuesta biológica o a otras toxinas. Cuando los anticuerpos se enganchan a las células cancerosas, ellos entregan estos venenos directamente al tumor y así ayudan a destruirlo.

4. Los anticuerpos monoclonales pueden ayudar a destruir las células
cancerosas en la médula ósea que se ha extraído de un paciente en preparación para un transplante de médula ósea.

Los anticuerpos que llevan radioisótopos pueden también resultar útiles para diagnosticar algunos cánceres, como el colorrectal, el ovárico y de próstata.

El Rituxan-R (rituximab) y la Herceptina-R (trastuzumab) son ejemplos de anticuerpos monoclonales que han sido aprobados por la FDA. El Rituxan se usa para el tratamiento del linfoma no Hodgkin de células B que ha regresado después de un período de mejoría o que no ha respondido a la quimioterapia. La Herceptina se usa para tratar cáncer de seno metastático en pacientes con tumores que producen cantidades excesivas de una proteína llamada HER-2. (Aproximadamente el 25 por ciento de los tumores de cáncer de seno producen cantidades excesivas de HER-2). Los investigadores están probando los anticuerpos monoclonales en estudios clínicos para tratar linfomas, leucemias, cáncer colorrectal, cáncer de pulmón, tumores cerebrales, cáncer de próstata y otros tipos de cáncer.

Vacunas contra el cáncer


Las vacunas contra el cáncer son otra forma de terapia biológica actualmente en estudio. Las vacunas para enfermedades infecciosas, tales como el sarampión, las paperas y tétanos, son efectivas porque exponen las células inmunes del cuerpo a formas debilitadas de los antígenos que están presentes en la superficie del agente infeccioso. Esta exposición causa que las células inmunes produzcan más células plasmáticas, las cuales producen anticuerpos. Las células T que reconocen el agente infeccioso también se multiplican. Estas células T activadas recuerdan más tarde la exposición. La próxima vez que el agente entre en el cuerpo, las células del sistema inmune ya estarán preparadas para responder y para detener la infección.

Para el tratamiento del cáncer, los investigadores están desarrollando vacunas que pueden estimular el sistema inmune del paciente a que reconozca las células cancerosas. Estas vacunas pueden ayudar al cuerpo a rechazar tumores y a impedir que el cáncer recurra. Al contrario de las vacunas contra enfermedades infecciosas, las vacunas contra el cáncer están diseñadas para ser inyectadas después de que se diagnostica la enfermedad, más bien que antes de que se desarrolle esta. Las vacunas para el cáncer que se dan cuando el tumor es pequeño pueden ser capaces de erradicar el cáncer. Los estudios clínicos (estudios de investigación con personas) de vacunas para cáncer precoz comprenden principalmente a pacientes que tienen melanoma. Actualmente, se están estudiando también las vacunas para el cáncer en el tratamiento de muchos otros tipos de cáncer, incluyendo los linfomas y cánceres de riñón, seno, ovarios, próstata, colon y de recto. Los investigadores están también investigando las formas en que las vacunas para el cáncer se puedan usar en combinación con otros modificadores de la respuesta biológica.

Efectos secundarios


Como las otras formas de tratamiento del cáncer, las terapias biológicas pueden causar diversos efectos secundarios que pueden variar de un paciente a otro. Pueden desarrollarse ronchas o inflamación en el sitio en donde se inyectan los modificadores de la respuesta biológica. Varios modificadores de la respuesta biológica, incluyendo los interferones y las interleucinas, pueden causar síntomas como de gripe incluyendo fiebre, escalofríos, náuseas, vómito y pérdida del apetito. La fatiga es otro efecto secundario común de los modificadores de la respuesta biológica. La presión de la sangre puede también afectarse. Los efectos secundarios de la IL-2 pueden con frecuencia ser graves, dependiendo de la dosis que se dé. Se necesita observar al paciente de cerca durante el tratamiento. Los efectos secundarios de los factores estimulantes de colonias (CSF) pueden ser el dolor de huesos, la fatiga, la fiebre y la pérdida del apetito. Los efectos secundarios de los anticuerpos monoclonales varían, y pueden ocurrir reacciones alérgicas serias. Las vacunas contra el cáncer pueden causar dolores musculares y fiebre.

Estudios clínicos


La información acerca de los estudios clínicos en curso que comprenden estas terapias biológicas y otras está disponible por medio del Servicio de Información sobre el Cáncer (ver más abajo) o del sitio de la Web de cancerTrials-R del Instituto Nacional del Cáncer en Http: //www.cancer.gov/clinical_trials/ en Internet.